3.23.2007
Discos perfectos
Este autocomplaciente escrito nace en respuesta a un comment que me arrojan con saña y maña por acá. A la anónima parece no haberle gustado que asuma una posición crítica sobre el disco de Joselo (o será sobre todos?) y lanza el requerimiento a ver si aparezco por ahí desenredando el nudo, echándole pa’trás a mis superficiales análisis previos.
Es claro que existen discos perfectos. La típica lista incluye a los sospechosos de siempre (Beatles, Rolling Stones, Beach Boys) además de algún descubrimiento obscuro como para no aflojar la correspondiente parada cool, requerimiento básico de esta profesión pasada de moda llamada crítica musical.
Aquí la diferencia radica en que, esta lista, es perfecta para mí. A cagar los bitles y pelones hypeados históricamente. El mundo monólogo desprecia la casi risible grandilocuencia de Pink Floyd y el oscurantismo de vieja lanzado por Zeppelin como si fuera lo más.
Así empiezo entonces, destronando a los tres reyes magos, como para darle un poquito de sazón al asunto. Y al que le arda, salao pescao!.
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Babasónicos: Miami
Encabezando la lista por casualidad alfabética, Miami es la finura trashera de una banda montada en un carrusel exótico de medio pelo. La batidora del estilo no decae en un solo track acá, y eso que son muchos. Después de esto, Latinoamérica pasó con luz verde al nuevo siglo.
Beach Boys: Pet sounds
Uno de los que nunca faltan a la cita. Brian Wilson se adelantó al futuro y transformó el estudio de grabación en una máquina de fantasía alienante. A años luz de las tablas, las chicas y el mar (y de sus compañeros de banda) el genio californiano lanza en 1966 un álbum conceptual acerca del crecimiento. Y se quema el cerebro en el intento.
Café Tacuba: Revés/Yo soy
Obra de arte mal recibida. Un viaje a la inversa, cuatro mexicanos lanzándose dentro de ellos mismos frenteando sin miedo las consecuencias. El único disco Tacubo que no ha sido reimpreso, lo cual es una lástima: este es el que convierte a “todos los que saben” en seguidores de la banda.
David Bowie: Rise & fall of ziggy stardust
Labial a full en actitud space freak. Punks, glams, rockers, britpoppers, club kids, electrowhores, Seu Jorge: movida a la que nombres, todas se la deben en mayor o menor a quién, después de agotar la Mascara, decidiera nombrarse duque.
Johnny Hartman: I just dropped by to say hello
Aquí es donde me pongo oscuro=cool. Ni de cerca soy connossieur del jazz vocal de los 50's, pero Impulse! records tiene las mejores portadas de la historia. A Johnny lo descubrí en un viaje a la cachinería de discos robados. Varios años ya de esto y aún no para de rodar en el equipo. Ya se que es mal karma filetearse con un disco arranchado previamente, pero me vale: nunca escuché John Lennon.
Joy Division: Closer
Me tomó años escucharlo y entenderlo, porque no se si aquí aplique el término disfrutarlo. Hasta ese momento, nunca supe que existía algo más oscuro que el negro.
Massive Attack: Mezzanine
Chao trip hop, hola dark pop. Este es el clímax de un combo humeante, escondido entre las sombras y el cemento sucio y gris de Bristol. Joya indiscutible del estudio, nada expresaría tan claramente como Mezzanine el terror latente de aquellos tiempos.
New Order: Technique
Pieza esencial del alborote electrónico, raves y botellas de agua. Lo antiguo de estos veteranos bravos es más popular, y lo nuevo es más hypeado, pero lo que aquí está quemado es más relevante. Como dicen por ahí: si tu quieres baile, cáele.
Pulp: We love life
Ya no importa si Pulp no se reune más. Este disco queda como un epílogo brillante, la luz después del cinismo y progresiva oscuridad de años previos. El pop expansivo, casi orquestral de We love life se descubre de a poquito, incitando a disfrutar capa trás de capa de algunas de las mejores líricas de un Jarvis Cocker tan absurdo como afilado.
Radiohead: Kid A
Cuando Thom Yorke descubrió Music has the right to children de Boards of Canada, se sintió mal. Cinco minutos después, se sintió de maravilla y decidió enclaustrarse en el estudio para hacer un álbum igualito. Pero le salió diferente, devolviendo en buseta de una sola vía a quienes todavía pensaban que Creep era su obra maestra. La base de fans disminuyó, pero se amplió. El milagro del beat depresión.
Sex Pistols: Never mind the bollocks
Lanzado (o más bien, escupido) el mismo año de mi nacimiento. La gente se ríe cuando lo llamo un álbum conceptual, pero deberían escuchar un poco más a Mclaren. El nacimiento de la cultura basura y del diseño como se debe, estos son 30 minutos tan filosos como gillette, dedicados con oxidada violencia a la reina madre y a su propia disquera. Confirmado: los primeros twenty-four hours party people.
Sonic Youth: Sister
Otro álbum de transición. Entre la delinquencia sónica de la era SST y la ópera noise de Daydream Nation, Sister sorprende sin alienar y rockea sin reventar el tímpano. Un anuncio de lo que vendría años después, con la camionada de efectos, las letras de libre asociación y la bulla avantgarde encerradas en momentos que hasta el más tradicional de los raros podría llamar canciones.
Stereolab: Mars audiac quintet
Los sixtillizos no reconocidos de los Beach Boys y Velvet Underground. Que sean una banda “electrónica” no significa nada. Aquí la repetición hipnótica surca la noche de los mil y un moogs, tapando con un dedo la verdadera luz: pop perfecto y letras nihilistas que brincan del francés al inglés sin esfuerzo, en vía directa al espacio más brillante, profundo y estrellado.
Velvet Underground: III
Ni piensen que escogí esta poca (re)conocida joya por encima de la clásica banana solo por jodido. Fuera de la influencia de Warhol y la viola de John Cale, Lou Reed y el resto decidieron crear, simplemente, un álbum de hermosísimas canciones. Sonido pastoral, fuerte “guitarra de palo” y Moe Tucker cantando. Un disco sin tiempo ni época, conscientemente alejado de las modas hippies sesenteras. Más claro, del putas.
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¿Ziggy Stardust? De una.
ResponderBorrarRaw Power de Iggy + The Stooges, te extrañamos.
Terrible, hermosa música, push play y déjate caer hacia atrás con los ojos cerrados.... una vez más y de nuevo.
ResponderBorrarvaya lista... lo mejor de lo mejor... joy division...
ResponderBorrarnew order rules!
hasta que amanezca... !que buena resurección!
newwave newwave newwve! en el corazoncito
yo me pregunto porque en la grafica esta el premiere symptoms (o como se escriba) pero en la reseña es el gran ausente?
ResponderBorrarPerruno: El asunto con la gráfica es que no fue creada especificamente para el post. Es parte de un proyecto mayor con el cual, como MONO, participé en Barcelona durante el 2005. Graciosamente, la mayoría de los discos perfectos que nombro estaban ya ilustrados, así que mi desarrollado intelecto impulsó que aplique al texto la gráfica en cuestión.
ResponderBorrarEn todo caso, hablando de los franceses voladores, prefiero la experimentación de 10.000 Htz legend por sobre el interesante pero algo repetitivo Premiere Symptomes. O como se escriba.
pues te faltó LA LEYENDA DE LOS 10MIL HERTZIOS pero bueno cada cual tendrá sus discos perfectos, excelente background musical, coincido con el closer del curtis, con el miami, con el mezzanine, con el Kid A (no sabía el dato de yorke escuchando boards), con el de Velvet Underground, de Sonic Youth y Stereolab pondría otros, el de los Tacuba es muy bueno, y otro de esos discos perfectos es el Adore de Smashing Pumpkins (tal vez el Machina también)...
ResponderBorrarQue dice MONOSAPIENS!
ResponderBorrarTe faltó tu ídolo..DELFIN
un saludo
Allan
lista realmente valida. le sumo el 3 imaginary boys, que dejó caer esa onda dulcemente oscura sobre nos.
ResponderBorrarMe parece que todo esto no es más que presunción. Una lista de lo mucho que conocemos ¿no? Yo me quedo, para que vean lo apestoso que puedo ser con... les dejo con las ganas
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