1.15.2009
#1
2:00 am, miércoles. Leyendo una carta de Andrés Caicedo a su madre, 1975. Empiezo aburrido y termino llorando. Solo se que AC es un escritor Colombiano, culto y de culto, que terminó muy joven su vida. Algunas notas leídas en internet despertaron (tarde) mi curiosidad. Debo (¿debí?) buscarlo: estoy seguro que no hay pierde.
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Ayer salí a buscar shawarma en la madrugada. Comiendo, una cincuentona avanza frente a mi, entra al baño, sale 2 minutos después y cae sentada. La intención de caballero quedó a medio camino cuando dijo que no me preocupe, no es nada. Yo hace rato me había dado cuenta que sí era algo (despeinada, vestido lodoso al reverso, botella plástica con un líquido amarillo que apuraba a violentos sorbos, vueltas erráticas alrededor del local). Se fue caminando por Víctor Emilio Estrada. La vi hasta donde ya no pude, alejándose al mismo son: sin destino ni intención aparente.
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2:08 am, miércoles. Tengo 3 hijos amontonados en mi cama, dormidos, moviéndose un poco porque seguramente te mueves un poco cuando tienes seis piernas luchando en un colchón de una plaza. Llevan un par de días acá, visitando. Mi casa es su parque de diversiones y todo bien. Solo se que no quiero que uno de estos días que no se cuentan pero llegan, carguen una botella transparente en su cartera. Y tampoco quiero que me escriban una sola puta carta.
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muy buena Jaime, me recordo por un momento el manso guayas, he estado leyendo a Pedro juan Gutierrez y a Cortazar... y esto me parecio genial, el arte se le parece mucho sobre todo en lo gris..jaja una broma. saludos!
ResponderBorrarAloha Vikingo y gracias por tu comentario. Buenísimo Gutierrez, tengo tarea pendiente con algunos de sus libros desde hace mucho tiempo. Será la hora de retomarlos.
ResponderBorrarSaludos!
J